Slatan, un hombre oriundo del Karadjistan, se enfrenta a una situación extrema: hacer estallar un avión de pasajeros que va de Moscú a Madrid. Pero una tormenta de nieve retrasa el vuelo, y los pasajeros son alojados en un hotel de montaña hasta que pase el temporal. Ese retraso obliga al terrorista a convivir, durante tres días, con sus futuras víctimas, unas personas con una visión positiva y optimista de la vida. (FILMAFFINITY)
¿Qué ocurriría si un terrorista-kamikaze se viera obligado a convivir con sus víctimas antes de acabar con ellos?
Esta es la premisa de la que parte esta película que se queda en la superficie de ua reflexión que pudo ser y no fue, pero que nos sirve para plantear ciertas cuestiones y analizar el comportamiento de los personajes, que representan a personas con las que podemos encontrarnos en cualquier momento y en cualquier sitio; y todo tratado con humor, con nuestro humor nacional, porque sólo en España se puede hacer una película como ésta.
Primero veamos a los personajes:
– el que vive la vida tal como le viene, se adapta a las circunstancias e intenta disfrutarla a pesar de los contratiempos. Ya se sabe que «al mal tiempo, buena cara».
– la obsesionada con cumplir con todo lo previsto, en el orden previsto. Tan obsesionada que no sabe ver las diferentes oportunidades que un contratiempo le puede ofrecer.
– el/la que miran cada día como una nueva oportunidad para resurgir de las cenizas que dejó el día anterior porque no sabe lo que el día de hoy le depara.
– el que ha vuelto a la vida después de haber muerto, metafóricamente hablando. Aquel que ha tenido que sobrevivir a la inhumanidad y a pesar de ello ha encontrado la forma de volver a sonreír.
– la que no encuentra su camino y observa la vida como una actividad que constantemente se vuelve contra ella.
– el que a pesar de los problemas, y una vida no muy fácil, intenta sacar todo lo positivo de cada experiencia y almacena alegría para sí y para los demás.
– el que ha caído en el negro agujero de las desesperanza (que no desesperación) y ya no tiene motivos para vivir y está tan muerto por dentro que tampoco estima la vida de los demás porque nadie estimó la de los suyos. El «ojo por ojo».
Todos y cada uno de los personajes responde a una estandarización social mediante la que podemos reflexionar sobre nostros mismos, y sobre los demás:
¿Por qué somos como somos?
¿Por qué nos comportamos como lo hacemos según a quién tengamos delante?
¿Por qué no todos somos capaces de obtener las mismas conclusiones de las mismas enseñanzas?
¿Por qué creemos que nuestros males son más males que los de los demás?
¿Por qué nos cuesta tanto trabajo aceptar la ayuda de otros?
…y así, cada secuencia de la película inspira diversas cuestiones y nos ayuda a profundizar en el alma humana.
Ficha técnica: Kamikaze, Año 2014
Duración 94 min.
País España
Director Álex Pina
Guión Iván Escobar, Álex Pina
Fotografía Miguel Ángel Amoedo
Reparto Álex García, Eduardo Blanco, Verónica Echegui, Carmen Machi, Leticia Dolera, Iván Massagué, Héctor Alterio, Ajay Jethi
Género Drama
Galileo es profesor en Padua y está interesado por la astronomía. Inventa el telescopio y desarrolla nuevas teorías que le enfrentarán a la iglesia. Después del encuentro con Giordano Bruno en 1592 se convence de que es el sol y no la tierra el centro del universo: para la iglesia lo que dice Galileo es una herejía. Galileo, que continúa sus investigaciones en Florencia, es arrestado y procesado. Frente al tribunal de la inquisición en 1633, firma una solemne abjuración.
La directora italiana, Liliana Cavani, nos trae la vida de Galileo a la pantalla y, de paso, nos ayuda a conocer algo más de la filosofía y la ciencia que han construido el mundo en el que vivimos.
Una interesante película que resalta los momentos más críticos de su vida y su obra.
La primera escena nos muestra a sacerdotes, médicos y profesores de diversas materias ante un cerebro abierto, y a Galileo discutiendo la autoridad de Aristóteles con respecto a la ciencia. Galileo lo tiene claro «es este cadáver el libro de la verdad». Pero para casi todos los congregados poner en tela de cuestión a los padres de la ciencia (Aristóteles, Galeno, etc.) es una terrible herejía.
El resto del metraje nos muestra a un Galileo científico y filósofo preocupado no sólo por poder ser un hereje o no, sino por avanzar, saber y descubrir. Es maravillosa la escena en la que aplica las nuevas lentes que ha diseñado al telescopio y este, por fin, funciona.
Pero el universo de Galileo es muy amplio: la óptica, la anatomía -el planteamiento sobre la máquina humana y cómo funcionan sus diversas partes, la filosofía, las matemáticas,… La vida.
Con todo esto, Liliana Cavalli, aún saca metraje para presentar como punto discordante y discutidor a Giordano Bruno, más radical e impetuoso. Un Giordano que lucha contra viento y marea por «liberar la razón», y que acaba como todos sabemos -y si no lo sabéis ¡pues a ver la película o leer sobre Giordano Bruno!-.
Un punto de discusión entre Galileo y Bruno será Copérnico:
Bruno: «Sé que vais a enseñar en Padua, ¿enseñaréis la nueva teoría?»
Galileo: «No tengo pruebas, no quiero pasar por un visionario ni por un hereje. Copérnico dijo sin pruebas que la tierra se movía y se rieron de él.»
La directora italiana presenta a un Galileo muy humano, con miedo a las reacciones que puedan producir sus afirmaciones. Presenta las dudas y la crisis de un hombre de ciencia y de fe que no termina de poder dar el paso hacia la verdad. Pero «la verdad no debe dar miedo», le recuerda Bruno.
Lo sitúa también ante la inquisición:
– «¿Dónde está Dios en este Sistema, profesor?», le pregunta un dominico
– «Dentro de nosotros.»
Cavani insiste mucho en una idea: la libertad es una condición inherente para que el saber pueda darse. Por ello es muy importante la escena final, el juicio contra Galileo y las reflexiones que la directora invita hacer:
– la Iglesia Católica no le da la razón a Galileo porque sería darle la razón a la Iglesia Protestante
– la matemática es un arma del demonio usada contra los profetas
– si eres un hombre de ciencia no puedes ser un hombre de fe
– hay que elegir entre lo que te ofrecen tus ojos y tu reflexión o la palabra de Dios
Galileo es la historia de un hombre que se debate entre el amor a la ciencia y a la verdad y su fe. Que ama a Dios pero no a la Iglesia que lo representa, a la que no entiende porque es una entidad que no ve más allá de su verdad y no intenta llegar a la Verdad.
Al finalizar el juicio, Galileo abjura de todos sus descubrimientos, de sus ideas, de su vida y, de lo que hoy sabemos, de la verdad.
ABJURACIÓN DE GALILEO
«Yo, Galileo Galilei, hijo del difunto Vincenzo Galileo de Florencia, a los setenta años de mi edad, constituido personalmente en juicio y arrodillado ante vos, eminentísimos y reverendísimos cardenales, Inquisidores generales en toda la República Cristiana contra la herética maldad; teniendo ante mis ojos los sacrosantos Evangelios, los cuales toco con mis propias manos, juro que siempre he creído, creo ahora y con la ayuda de Dios, creeré en el futuro todo aquello que sostiene, predica y enseña la Santa Católica y Apostólica Iglesia. Pero como por este Santo Oficio, luego de haberme sido jurídicamente intimado con precepto del mismo que debía abandonar totalmente la falsa opinión de que el Sol es el centro del mundo y no se mueve y que la Tierra no es el centro del mundo y se mueve, y que no sostuviera, defendiera ni enseñara de ninguna manera, ni de viva voz ni por escrito, dicha falsa doctrina, y tras haberme notificado que dicha doctrina es contraria a la Sagrada Escritura, he escrito y dado a la estampa un libro en el cual trato la misma doctrina ya condenada y aporto razones con mucha eficacia en favor de ella, sin aportar ninguna solución, he sido juzgado como vehemente sospechoso de herejía, es decir, de haber sostenido y creído que el Sol es el centro del mundo e inmóvil, y que la Tierra no es el centro del mundo y se mueve.
Por tanto, queriendo yo quitar de la mente de Vuestras Eminencias y de todo fiel cristiano esa vehemente sospecha, justamente concebida sobre mí, con corazón sincero y fe no fingida abjuro y maldigo y detesto dichos errores y herejías, y en general cualquier otro error, herejía o secta contra a la Santa Iglesia; y juro que en el futuro no diré nunca más ni afirmaré de viva voz o por escrito cosas tales por las cuales se puede tener de mí semejante sospecha; y si conociera algún hereje o sospechoso de herejía lo denunciaré a este Santo Oficio, o al Inquisidor u Ordinario del lugar en que me encuentre.
Yo, Galileo Galilei, antedicho, he abjurado, jurado, prometido y me he obligado como queda dicho; y en fe de la verdad, con mi propia mano he firmado la presente cédula de abjuración y la he recitado palabra por palabra en Roma, en el convento de la Minerva, este día 22 de junio de 1633.»
FICHA TÉCNICA
Galileo, de Liliana Cavani. Italia, Bulgaria. Año 1968.
La película no es fácil de encontrar, así que os dejo el enlace a YouTube donde se aloja con el metraje completo (VOS):
Edito para corregir el enlace de youtube. Gracias a Taekyohn que ha dejado el nuevo enlace en los comentarios.
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