¿Qué es lo preferible? Que nos hagan pensar, que hagan que pensamos menos o que no nos dejen hacerlo.
Es obvio que optar por la primera opción requiere responsabilidad, valentía y ejercicio de la razón y la libertad, pero ¿no es eso lo que nos hace ser más persona y menos «masa»?
Cada vez más, y más, brotan a nuestro alrededor ejercicios de no pensamiento, y debemos recordar que el cerebro es como un músculo y también necesita ejercicio para no atrofiarse. Así que, como recogió Kant, Sapere aude!
Visto lo visto…Casi mejor no pensar nada. Cuidate
Me gustaMe gusta
Gracias por pasar.
Saludos
Me gustaMe gusta