Iba a escribir sobre el desprecio que este país vierte sobre la filosofía pero ya dispuesta al pataleo me extenderé un poco más, y dejaré para otra entrada próxima mi pataleo filosófico.
No son pocas las manifestaciones que se han hecho desde hace siglos acerca de que en España se piensa poco y mal, y que la educación y la cultura no son nuestros fuertes. Cervantes, Quevedo, Espronceda, Larra, Calderón, Gracián, Cadalso, Clarín, Sawa, Ortega y Gasset, Valle-Inclán, Unamuno, Ganivet, Baroja, Benavente, Ayala, y otros tantos, antiguos y modernos, no dejan de recordarnos en sus escritos lo becerros que podemos llegar a ser.
“De diez cabezas, nueve
Embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
Se descuerne luchando por la idea”
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Antonio Machado
Los interminables cambios en el sistema educativo han hecho que esto se parezca cada vez más a una película de los Hermanos Marx, un absurdo imposible de enderezar.
Groucho: ¡Vamos, Ravelli, ande un poco más rápido!
Chico: ¿Y para qué tanta prisa, jefe? No vamos a ninguna parte.
Groucho: En ese caso, corramos y acabemos de una vez.
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Groucho y Harpo. Detectives. Los hermanos Marx. Editorial Tusquets.
No sé exactamente cuándo empezó este acabose de la educación que educaba y culturizaba, sólo sé que yo me vi afectada, de hecho casi la mayoría de mis conocimientos fueron obtenidos gracias a mi afición a la lectura y la curiosidad que me anima a no dejar de aprender, de investigar, de saber.
No sé en qué momento la memoria, la imaginación, el esfuerzo y la responsabilidad dejaron de ser armas del estudiante para convertirse en carga y castigo. Mirad a la mayoría de los estudiantes de hoy en día: ni memoria, ni imaginación, ni esfuerzo, ni responsabilidad.
No sé en qué momento dejaron de ser importantes la historia, la filosofía, la literatura, las lenguas clásicas, es decir, todo lo que humaniza nuestros estudios y nos acerca a lo que somos. Nuestras raíces están ahí, pero parece que la modernidad, con su tecnologización y su aceleración, no admite nada que necesite del reposo, la reflexión, la mirada lúcida y la herramienta elemental: el cerebro.
La ignorancia nunca es revolucionaria. Y el saber sólo llega a través de una construcción y un entrenamiento completo de nuestras “células grises”. Y para ello se requiere esfuerzo y colaboración entre todas las partes implicadas en los que llamamos «sistema educativo»: responsables del aprendizaje y de la educación (padres, profesores, ministros de educación, los propios estudiantes,… la sociedad al completo).
“Nadie educa a nadie. Nadie es educado por nadie: todos nos educamos juntos”
—–
Paulo Freire
Ya dijo Kant que los contenidos del conocimiento sin las estructuras del pensamiento son ciegos, pero que las estructuras del pensamiento sin los contenidos del conocimiento están vacías. No podemos dividir sin saber las tablas de multiplicar, ni manejar el diccionario sin saber el abecedario, no podemos traducir a César sin conocer las declinaciones, etc.
Antes de seguir quiero dejar claro que esto no es un ataque al ministro Wert en concreto, sino a todos y cada uno de los ministros de educación que hemos tenido en este país y que no han hecho NADA por mejorar la situación del sistema educativo. El ministro Gabilondo tampoco mejoró lo que había ni le dio cabida a la cultura en la escuela.
Claro que si echamos un vistazo rápido a lo que tenemos en nuestras revistas, cadenas de televisión, e incluso algunos periódicos, no es de extrañar que hablar de tener cultura pueda producir sarpullidos en algunos personajes.
Saber no mata. Aprender no duele. Tener cultura no está de más. Baroja en El árbol de la ciencia habla de la indiferencia del pueblo español ante ciertas cosas, una indiferencia que es el resultado de una penosa situación material y espiritual que es necesario “regenerar”.
– Nuestro español bosteza.
¿Es hambre? ¿Sueño? ¿Hastío?
Doctor, ¿tendrá el estómago vacío?
– El vacío es más bien en la cabeza.
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Antonio Machado
Para enderezar la educación en este país necesitamos consensuar las necesidades de los estudiantes sin que medien ideologías, preferencias políticas, ni pactos con entidades religiosas o económicas. Necesitamos que se escuche a los profesores, esos profesionales que se dejan la vida en las aulas y que enseñan, culturizan y educan (ya que ni la familia ni la sociedad lo hace, pues parece ser un valor olvidado). Hay demasiados asesores pedagogos, psicólogos y sociólogos, ninguno de ellos, o casi ninguno, trabajando dentro de las aulas.
Que el sistema educativo necesita una mejora es obvio, y es algo en lo que estamos de acuerdo todos los que nos dedicamos, queremos dedicarnos, o nos hemos dedicado, a la profesión de enseñantes, pero esa mejora no puede pasar por recortar las horas de las asignaturas que culturizan y humanizan, que nos hacen comprender y nos hacen más libres y más capaces de pensar, razonar y ver más allá de nuestras propias narices.
Necesitamos equilibrar los conocimientos técnicos y científicos con los humanistas y culturales. Tenemos que crecer en todas nuestras dimensiones para conocer nuestras capacidades reales y no podemos negarles ese derecho, ese crecer en equilibrio, a las generaciones que están por venir.
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Y para cerrar rompo mi lanza por la Filosofía con palabras de Fernando Savater:
“La filosofía es una forma de buscar verdades y denunciar errores o falsedades que tiene ya más de dos mil quinientos años de historia. (…) la filosofía se ocupa de lo que inquieta a todos los seres humanos. Pero ellos (los filósofos) pensaron según la realidad en que vivieron, que no es igual a la tuya: o sea, las preguntas siguen vigentes en su mayor parte (¿qué es la verdad, la muerte, la libertad, el poder, la naturaleza, el tiempo, la belleza, etcétera?), aunque no conocieron, ni siquiera imaginaron la bomba atómica, los teléfonos móviles, Internet ni los videojuegos. ¿Qué significa esto? Pues que pueden ayudarte a pensar pero no pueden pensar en tu lugar: han recorrido parte del camino y gracias a ellos ya no tienes que empezar desde cero, pero tu vida humana en el mundo en que te ha tocado vivirla tienes que pensarla tú… y nadie más. Esto es lo más importante, para empezar y también para acabar: nadie piensa completamente solo porque todos recibimos ayuda de los demás humanos, de quienes vivieron antes y de quienes viven ahora con nosotros pero recuerda que nadie puede pensar en tu lugar ni exigir que te creas a pies juntillas lo que dice y que renuncies a pensar tú mismo”.
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Historia de la Filosofía. Sin temor ni temblor. Espasa.
*Reflexiones hechas al calor de la LOMCE, después de haber vivido la LOGSE y ejercido la LOE.
EL MENOSPRECIO A LA FILOSOFÍA Y A LA CULTURA
El primer gran enemigo de la Filosofía en España fue el PSOE con su utópica Ley Orgánica General del Sistema Educativo (LOGSE) y su menosprecio y casi desaparición de la asignatura Historia de la Filosofía, que para mayor absurdo del PSOE es la materia más importante e instructiva de las que impartimos los profesores de Filosofía en España. Sin embargo, si no rectifica el PP y el ministro José Ignacio Wert, el actual Gobierno de España se convertirá en el mayor enemigo de la Filosofía y, por ende, de una parte muy substancial de la cultura.
Si por desgracia se implantase el segundo borrador de la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) del actual gobierno presidido por Rajoy, no se devolvería a la Filosofía su configuración clásica para evitar su empobrecimiento, sino que se eliminaría dos tercios de su actual carga lectiva. Es decir, según recoge la LOMCE desaparece la Ética de 4º de la ESO (mal denominada «Ética y Ciudadanía” por el gobierno de Zapatero); solamente se mantendría Filosofía de 1º de Bachillerato y se minusvaloraría la de 2º de Bachillerato, la llamada Historia de la Filosofía, pasando a ser de una asignatura obligatoria a relegarse a optativa con el mismo rango que la Religión Católica, que ésta última tanto potencia el PP en este nuevo proyecto de ley. Resulta un disparate despreciar a tal asignatura y compararla con la Religión; pues como debería saber el Ministro de Educación, la Filosofía surgió como crítica racional de los mitos religiosos imaginarios y de ese pensamiento racional o filosófico fueron surgiendo o desmembrándose los distintos saberes, de esa madre de las ciencias que ha sido y sigue siendo la Filosofía o amor a la sabiduría.
Sin duda el PP se ha convertido en el enemigo número uno de la Filosofía, y el peor que ha habido hasta ahora, si llevase adelante lo que propone en el 2º borrador de la LOMCE. En este texto, además de darle una estocada mortal a la Historia de la Filosofía, se elimina la Ética de 4º de ESO y se inventan una asignatura de “Valores Éticos” como una Alternativa a la Religión de las de antes, y con las mismas contradicciones que tenía desde los inicios de la democracia española.
La postura actual del PP es un error garrafal y quebranta el avance que tuvo la Historia de la Filosofía con el Gobierno del PP de José María Aznar; puesto que Esperanza Aguirre, ministra entonces de Educación, restableció como obligatoria la Historia de la Filosofía de la casi supresión y menosprecio a que fue postergada por la LOGSE socialista. No se trata sólo de que el asunto perjudique culturalmente a infinidad de españoles, sino que es pernicioso para el sistema educativo mismo y para los estudiantes. La privación que supone para un alumno de bachillerato no estudiar la Historia de la Filosofía es inadmisible. Piensen que no se instruirán en filósofos de talla universal como Sócrates, Platón, Aristóteles, Descartes; Hume, Kant, Hegel; Marx, Nietzsche, etc. Como profesor de Filosofía y como ciudadano me siento obligado a denunciar al Ministro de Educación actual su equivocación, muy grave de cara a la falta de conocimientos básicos filosóficos de los futuros alumnos de bachiller y de la ESO en España e intentar que corrija ese error. Hasta presidentes autonómicos del PP, como el de Murcia, han reivindicado la Filosofía ante Wert. Espero que considere al menos la opinión de sus compañeros de partido.
Pedagogos del Ministerio de Educación, rectifiquen pues ya se sabe que el desprecio a la Filosofía es siempre sospechoso. Y si resulta tan cierto como que en España suele satisfacer más deleitarnos con pijotadas que con razonamientos filosóficos, ¿cómo pretendo de la LOMCE algo que no sea el menosprecio de la Filosofía? Debiera ser de otro modo: si la asignatura Historia de la Filosofía es la disciplina más interesante y formativa que impartimos los profesores de Filosofía, resulta que no habrían de eliminarla. Pues, al contrario, deben potenciarla como merecen nuestros jóvenes y como ha de hacer este Gobierno si valorase la cultura filosófica y la desease extender a los jóvenes; pues la asignatura que más favorece el pensamiento crítico de todo nuestro sistema educativo no es otra que la Historia de la Filosofía. Y, desde luego, no parece muy conveniente para elevar el nivel cultural de nuestro país el que la mayoría de los futuros bachilleres, diplomados, licenciados y doctores ignoren el pensamiento de los filósofos clásicos de la historia de la filosofía que tantísimo han contribuido a la formación de nuestra cultura Occidental. Por tanto, sería lógico que la materia de Historia de la Filosofía siguiese siendo común a todo el alumnado del nuevo bachillerato LOMCE, así como la permanencia de la Ética de 4º de la ESO.
Al menos me consuela que aunque el PP no rectificase (aunque espero que sí lo haga) no logrará jamás destruir la magnificencia de la Historia de la Filosofía ni de la Ética; ni, por mucho que intenten impedírnoslo, conseguirán que dejemos de filosofar.
Raimundo Montero es profesor de Filosofía del IES Miguel Hernández de Alicante
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